Una aproximación al acervo del museo con una perspectiva de género, entendido no como una construcción binaria –femenino/masculino–, sino como un reconocimiento de la diversidad. La exposición coloca, en primer plano, la potencia creadora de los cuerpos y los relatos que, en su desafío a la norma, abren caminos hacia una sociedad más libre y crítica.

Las donaciones han enriquecido la colección del Museo de Arte Moderno. Esta exposición es una presentación al público de las obras que se han incorporado al acervo, a la vez que es un reconocimiento a quienes, con su gesto, nos permiten ampliar el conocimiento y diálogo sobre el arte en México.

Graciela Iturbide es una de las principales exponentes de la fotografía a nivel nacional e internacional gracias a su particular estética que combina el enfoque documental con la sensibilidad poética. Su cámara nos sorprende al desnudar lo maravilloso y complejo de lo habitual; lo simple y lo marginal se vuelve extraordinario y profundo.

La exposición ofrece una lectura de su obra a partir de cinco autorretratos, con los que se explora su carrera y visión artística. Estas imágenes autorreferenciales dialogan con una selección de fotografías de Iturbide, parte del acervo del MAM.

Con Retratos para un ritual el Museo de Arte Moderno rinde homenaje a una creadora excepcional.

Con más de 60 años de carrera y desde medios como la pintura, el collage, la escultura, el diseño y numerosas colaboraciones con músicos, bailarines y dramaturgos, Arnaldo Coen se revela como uno de los creadores más vitales de la segunda mitad del siglo XX y siglo XXI. Esta exposición antológica, que incluye obra plástica, fotografías y documentos de su archivo personal, revisa la trayectoria del artista, el carácter transgresor de su producción, así como el contexto cultural y artístico del que fue indiscutible protagonista.

El Paricutín fue el primer volcán cuyo nacimiento estuvo condicionado y se nutrió por el entramado moderno del siglo XX. Su nacimiento dio pie a un fenómeno completamente nuevo. A través de los ejemplos y casos de estudio se da pie a una narrativa que vincula la erupción del volcán a discusiones relacionadas con la arqueología y la antropología, la arquitectura y el paisajismo, la cultura popular de masas y la representación en la obra de arte.

La exposición es una lectura de la colección del MAM que revisa la propuesta de artistas que tensan la categoría de lo real ya sea mediante la referencia a objetos o escenas cotidianas, la incorporación de elementos simbólicos y poéticos o el empleo de recursos estilísticos y temáticos asociados con el género realista.

Un acercamiento a la obra de la artista, dueña de una propuesta a contracorriente de las tendencias de su época. Este año celebramos el centenario del nacimiento de la artista Joy Laville, momento idóneo para revisitar su obra y acercarla a nuevas generaciones. Nacida en la isla británica de Wight en 1923, emigró a México en 1956, en donde redescubrió vocación artística y encontró su sitio en el ámbito cultural del país.

En esta exposición exploramos un cuerpo de trabajo enclavado en algunos de sus temas más recurrentes, en donde a través de su sutil andamiaje de planos, armonías cromáticas y una serie de cuerpos sintéticos detenidos en un espacio intemporal, nos permite acercamos a una perspectiva muy singular dentro del panorama artístico de la pintura mexicana.

Manuel Álvarez Bravo introdujo la ironía, el humor negro y el absurdo como elemento clave en la conceptualización y estructura formal de su trabajo fotográfico. En esta exposición, las imágenes se convierten en cuentos breves de nuestras contradicciones cotidianas.

Una lectura de la colección en la cual la misma se revisa bajo la óptica de tres posturas que convergen en su crítica al concepto de modernidad. Conformada por 150 obras -148 de ellas parte de la colección del MAM-, en la muestra converge el trabajo de artistas de diferentes generaciones y contextos de producción, concidentes, en una propuesta aguda sobre los presupuestos culturales y artísticos del proyecto moderno.

Tomando como punto de partida la polémica abierta por el artista venezolano Oswaldo Vigas respecto a la modernidad en el arte —tras la presentación de su serie Las brujas—, la exposición propone un acercamiento que permita entender un conjunto de procesos y búsquedas estéticas que la crítica categorizó como ‘arte latinoamericano’, a través de momentos y figuras clave.

La fertilidad del entorno tapatío que Carlos Ashida pudo leer e interpretar y la sinergia que sostuvo con la Ciudad de México y otras urbes del país, marcaron un hito en la historia del arte en nuestro país. Supo anticipar la emergencia de los nuevos relatos artísticos que se prefiguraban aquí y allá de manera casi simultánea desde finales de los años ochenta.

La exposición vierte una mirada al contexto del arte de los noventa, a través de los discursos y procesos que el curador y crítico amalgamó o contribuyó a dinamitar, así como un acercamiento a una colección que es expresión de un momento clave de cambio en los discursos artísticos y del mercado del arte.

Las imágenes capturadas por Armando Cristeto en más de 50 años de trayectoria son una celebración al cuerpo, la disidencia y los vínculos afectivos de las comunidades que han hecho de la fiesta, espacios de resistencia, visibilidad y celebración de la diferencia.

La exposición pone en diálogo el trabajo documental y artístico de estas dos relevantes fotógrafas protagonistas del movimiento feminista en sus respectivos países —México y Argentina—, quienes, a través de una mirada que abarca desde lo íntimo y lo poético hasta lo social, incorporaron a su quehacer fotográfico su compromiso social con una estética feminista. Se muestra así los alcances y contactos entre los movimientos de mujeres latinoamericanas, a la vez que se sitúa la trayectoria de estas dos creadoras en el contexto del arte latinoamericano. Artistas que conforman la exposición: Ana Victoria Jiménez y Alicia D´Amico.

La exposición Brutalismo en México es una documentación crítica de la producción arquitectónica realizada en nuestro país que comparte, de una u otra manera, la denominación de “Arquitectura Brutalista”, al ubicarla en su contexto cultural y político, nacional e internacional a través del tiempo. La muestra revisa el origen de este término y su consolidación como movimiento en Inglaterra a mediados de los años 50, así como los paralelismos que tiene con otros istmos del siglo XX.